LetrasDeMarea

Disuelta

De frente otra vez, pero ahora, completamente desnuda.

No hay una sola joya que me adorne o me quite de encima la verdad del rostro.

No puedo moverme: estoy suspendida con la mirada vacía hacia el lago y con los ojos hacia adentro.

No encuentro formas de reparar.

Solo me desvanezco lento como el violín en Berglund. Y así, nuevamente carezco de forma.

Al parecer eso es lo único que permanece.